驴Sabes quienes fueron los dos fundadores de Roma? (y uno no de ellos no fue Remo) - Historias de la Historia

驴Sabes quienes fueron los dos fundadores de Roma? (y uno no de ellos no fue Remo) – Historias de la Historia

Cuenta la leyenda, y hasta la propia IA, que los hermanos gemelos R贸mulo y Remo, abandonados y amamantados por una loba, fundaron Roma en el 753 a.C. Bueno, para ser m谩s exactos, la fund贸 R贸mulo, porque mat贸 a su hermano en una discusi贸n por ver qui茅n meaba m谩s lejos. R贸mulo y Remo ten铆an diferentes opiniones de d贸nde fundar la ciudad y decidieron consultar el vuelo de las aves. R贸mulo vio doce buitres volando sobre el monte Palatino y Remo vio seis en otra colina. Entonces R贸mulo, para delimitar la nueva ciudad, traz贸 un recuadro con un arado y jur贸 que matar铆a a quien osase traspasarlo. Remo, pensando que no se atrever铆a o porque era un poco chulito, atraves贸 la l铆nea y su hermano lo mat贸, quedando como el 煤nico y primer Rey de Roma.

驴Y si no era Remo, qui茅n fue el otro fundador de Roma? Pues vamos a ello.

All谩 por el siglo IV a.C. Roma era una incipiente Rep煤blica, comprimida en el centro de la pen铆颅nsula it谩lica, cuya 煤nica alternativa de crecimiento era absorber en su expansi贸n a todos aquellos pueblos que la rodeaban. Etruscos, samnitas, ecuos y volcos acabaron durante aquella 茅poca bajo el yugo romano. En el a帽o 391 a.C. Roma manten铆颅a una situaci贸n tensa, y en ocasiones beligerante, con su vecino del norte, Etruria.

Pocos a帽os atr谩s hab铆颅a cruzado los Alpes una tribu gala, los senones para ser m谩s concretos, comandada por un individuo peculiar, el rey Breno, el 煤nico jefe de tribus celtas que consigui贸 ce帽irse una corona en la Galia antes de Vercingetorix. Se establecieron en la zona que despu茅s pas贸 a llamarse Galia Cisalpina (el actual valle del Po) sacando de all铆颅 a los umbrios que habitaban aquellas tierras. La ambici贸n de Breno no se conformaba con aquel nuevo territorio. Ese mismo a帽o, viendo la debilidad del vecindario y la posibilidad de agenciarse un bot铆颅n r谩pido y cuantioso, los senones atacaron Etruria, asediando la ciudad de Clusium (Chiusi, en la Toscana). Los etruscos, sopesando el mal menor entre las dos temibles fuerzas que les aprisionaban, pidieron ayuda a Roma, ayuda que lleg贸 a tiempo. El desencadenante de las hostilidades entre galos y romanos fue Quinto Fabio, uno de los enviados por Roma, el cual mat贸 a uno de los l铆颅deres galos durante las negociaciones. Aquella vil intromisi贸n romana, y la total ausencia de represalias por semejante injuria por parte del Senado, enojaron de tal modo al rey Breno que, sinti茅ndose insultado, levant贸 su campamento y se plant贸 frente a Roma.

La Urbe no ten铆颅a por entonces al frente de sus legiones a ning煤n hombre en茅rgico. El 煤nico capaz de detener a Breno, Marco Furio Camilo, se encontraba ausente, exiliado voluntariamente en Ardea despu茅s de haber sido acusado por el tribuno de la plebe Lucio Apuleyo de malversar fondos del inmenso bot铆颅n obtenido tras la rendici贸n de la ciudad etrusca de Veyes. Seg煤n marca la tradici贸n, el 18 de Julio del 390 a.C. los galos masacraron a las tropas romanas comandadas por Quinto Sulpicio en la batalla del r铆颅o Alia, muy cerca de Roma. Los supervivientes de aquel desastre llegaron a Roma presos de p谩nico, encaram谩ndose hacia el Palatino sin pensar en cerrar las puertas. Gracias a tama帽a negligencia los galos entraron a sangre y fuego en las calles de Roma. Casi toda la documentaci贸n anterior a este d铆颅a se perdi贸 para siempre devorada por el fuego y la barbarie.

Los restos de la milicia y los ciudadanos que pudieron escapar a los saqueadores se refugiaron en el Capitolio, la acr贸polis de la antigua Roma, mientras los galos saqueaban el resto de la ciudad a conciencia. La Curia, gracias a la doble proeza de un intr茅pido mensajero, reclam贸 a Camilo su intervenci贸n pues consideraba al antiguo dictador como 煤nico militar capaz de sacar a los galos de Roma. La leyenda reza que los romanos desbarataron un ataque galo al Capitolio gracias al aviso de los gansos del templo de Juno, desde aquel d铆颅a animal sagrado, despertando as铆 a la guardia que impidi贸 que el Capitolio fuese tomado. Camilo s贸lo accedi贸 a volver a la ciudad si era el pueblo quien lo solicitaba y le ratificaba de nuevo como dictador. Y as铆 fue.

Camilo reorganiz贸 a los fugitivos y a las tropas dispersas y, con la ayuda de su magister equitum Lucio Valerio, sorprendi贸 y cerc贸 a los confiados galos. Breno, vi茅ndose atrapado por la resistencia del Capitolio y el ej茅rcito de Camilo, sin v铆颅veres despu茅s de varios meses de cerco y rodeado de destrucci贸n y miseria, accedi贸 a pactar un rescate para liberar la ciudad: mil libras de oro (aproximadamente 327 Kg). Aqu铆颅 la historia se mezcla con la leyenda. Cuando lo estaban pesando, los romanos se quejaron porque sospechaban que la balanza estaba trucada. Entonces, Breno, furioso, ech贸 su espada a la balanza y le respondi贸 con la famosa frase

Vae Victis! (隆Ay de los vencidos!)

Camilo, en nada conforme con acceder a pagar aquel rescate, como dictador plenipotenciario desautoriz贸 el trato y le contest贸 a Breno con otra fase c茅lebre:

Non aurum sed ferrum liberanda patria est (Es con el hierro, no con el oro, con lo que se libera la patria).

Marco Furio Camilo aplast贸 d铆颅as despu茅s a los galos y entr贸 triunfal en Roma, siendo aclamado como pater patriae y conditor alter urbis (padre de la patria y segundo fundador de la ciudad).

Ilustraci贸n de Xurxo

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